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lunes, 11 de febrero de 2008

Vasija de barro

Vasija de barro es una famosa canción ecuatoriana, que se ha convertido en un símbolo del país y por extensión también de la cultura andina. Se trata de un danzante, y sus autores son Luis A. Valencia y Gonzalo Benítez. Existe una versión, que tiene visos de leyenda urbana, según la cual los versos se gestaron durante una reunión en casa del pintor Osvaldo Guayasamín, y en ellos participaron varios de los congregados, que iban añadiendo las líneas de la letra en una página en blanco de un libro de Proust (algo así como un poema a cuatro manos).

Aquí presentamos la versión a cargo de Paco Ibáñez. Sería más conveniente la de un grupo andino, pues los instrumentos apropiados son las guitarras, el charango, el bombo y las quenas, pero no hemos encontrado ninguna que nos convenza. Seguiremos buscando.




Texte alternatif





Yo quiero que a mí me entierren

como a mis antepasados. (bis)
En el vientre oscuro y fresco
De una vasija de barro. (bis)

Cuando la vida se pierda
tras una cortina de años, (bis)

vivirán a flor de tiempo
amores y desengaños. (bis)

Arcilla cocida y dura,

alma de verdes collados, (bis)

barro y sangre de mil hombres,
sol de mis antepasados. (bis)


Cuando la vida se pierda
tras una cortina de años,(bis)
vivirán a flor de tiempo
amores y desengaños. (bis)


De ti nací y a ti vuelvo,
arcilla, vaso de barro. (bis)
Con mi muerte vuelvo a ti,
a tu polvo enamorado. (bis)

Luis A. Valencia y Gonzalo Benítez

1 comentario:

Alina M dijo...

Estimado asociante Pneuma: se ve el mismo espíritu de la última
ventana de Galeano: la continuidad, la eternidad que da la tierra.
Y reaparece el "polvo enamorado" de Quevedo.
Hermosa versión de una hermosa canción.