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jueves, 14 de febrero de 2008

Del viajar y sus azares

Hace tiempo me contaron una anécdota acerca de un escritor inglés, cuyo nombre, lastimosamente, se me ha ido ya a la papelera del olvido junto con tantas otras cosas. Al parecer nuestro personaje se resistía a viajar, por mucho que sus amigos le recomendaran lugares exóticos, y eso que hace tiempo para los británicos casi todos los lugares eran exóticos con tal de que se encontraran fuera de la Gran Bretaña. Finalmente, los tales amigos, que lo eran ciertamente, se confabularon para regalarle a nuestro hombre un viaje en barco nada menos que a la India, con billete de ida y vuelta naturalmente.

A su regreso fueron todos a esperarlo al muelle de llegada, ansiosos de saber acerca de sus impresiones. Pero grande fue la frustración de todos, porque la pregunta ¿Qué es lo que más te ha gustado del viaje? recibió la inesperada respuesta: El camarote de mi barco.

Viene esto a cuento porque el que esto escribe participa de la misma filosofía de la vida, por llamar de algún modo a esa actitud. Soy de la opinión que donde haya un buen documental de National Geographic, preferiblemente en vídeo, que se quiten todos los viajes a países exóticos. Y es que, por una parte, están las incomodidades inherentes al viaje: hace tiempo los aviones transportaban personas, y como tal se nos trataba; ahora se transporta proteína, a tanto el kilo. Y por otro lado tenemos los peligros que acechan en casi todos esos sitios al turista, tanto mayores cuanto más bellezas naturales promete el lugar.

Pongamos por caso que uno viaja a Brasil. Lo primero que desea, naturalmente, es adentrarse en la selva amazónica, para ver si es verdad todo eso que se cuenta. Ah, y a eso iba, allí le acechan la anaconda y también el sucurijo que, al contrario de lo que sugiere su nombre, no es una bebida tropical sino una boa gigante. Y por si fuera poco, he leído que también hay unos bichos llamados ofidios.

Pero por encima de todos esos peligros se cierne constantemente uno acerca del cual siempre se me ha advertido: la famosa "Garota de Ipanema".

Si viajan, no beban. Quedan advertidos.

2 comentarios:

Alina M dijo...

Estás sobrevalorando la etiqueta TONTERAS con este texto.
Yo lo pondría, precisamente, en TEXTOS.
Además, es muy gracioso.

Pneuma dijo...

Gracias. A textos va, pues. No se diga más.