Visite también......

domingo, 6 de enero de 2008

El lucero



La luna, madre encorvada, pidió a su hijo:

"No sé dónde anda tu padre. Llévale noticias

de mí".

Partió el hijo en busca del más intenso

de los fuegos. No lo encontró en el mediodía,

donde el sol bebe su vino y baila con sus mujeres

al son de los atabales. Lo buscó en los horizontes

y en la región de los muertos. En ninguna de sus cuatro

casas estaba el sol de los pueblos tarascos.

El lucero continúa persiguiendo a su padre por el cielo.

Siempre llega demasiado temprano o demasiado tarde .


Eduardo Galeano

1 comentario:

Pneuma dijo...

A partir de ahora contemplaré a Venus con ojos renovados. Gracias Alina, por tan preciosa aportación.