Visite también......

sábado, 27 de octubre de 2007

Nana anticipada al hijo que me ha de nacer

Si rodaran las lunas

como suelen rodar,

cuando tu luna toque

nacerás, para inútil

juguete entre dos playas

de arena hecha de ceros.

Si arrastrases la herencia

de nudos de mi frente,

si trajeras del sueño

mis cargas de ansiedad,

serán desde algún día,

en antítesis grave,

la vida y la muerte,

compañeras absurdas,

tus enemigas fieras.

Te acunarán primero

ensueños de algodones,

y te irán despertando

en dulce procesión

dádivas de fragancias,

y las suaves heridas

de la naturaleza,

cuando se dé la vida

con sus besos tranquilos

en tu sangre aún no espesa.

Pero, más adelante,

si has copiado el veneno

dañino de mi entraña,

crecerán una vez

alas a tus preguntas,

y levantará el vuelo

peligroso tu espíritu.

Y sentirás que duele

en el alma del alma

ver cómo tus cuestiones

resbalan torpemente

por un hiperboloide

de nada y de reflejos,

y descubrir al tiempo

cómo regresan trozos

en rechazo incoherente,

con disfraz de respuestas.

Te volverás a mí,

para acusarme, acaso.

Yo, ahora, adelanto,

antes de que me embriague

el pozo de tus ojos

y de que me ciegue

tu mímica incipiente,

la medida probable

de mi parte de culpa

en este teatro necio

de tú actor, nada el resto.

Confieso que no vienes

de mi eslabón-consciencia

impulsada a seguir

forjando una cadena:

provienes sobre todo

de mi carga de simio

copión y lacrimoso.

Y más que de mí mismo

del azar eres hijo,

que a unos naipes borrachos

de cromosomas ciegos

te jugó la partida.

En mi arrepentimiento,

para purgar, prometo,

esconderte verdades,

quiero decir el hueco

vacío de las mentiras

redondas que me asfixian.

Te arrullaré con nanas

que me sé, caramelos

para dormir despierto,

para morir en vida.

Y espero,

que si las lunas ruedan

como suelen rodar,

cuando mi luna toque,

me sabrás perdonar.


P. Crespo

1 comentario:

Alina M dijo...

Muy hermosa nana. Se lee, y parece escucharse su música...